miércoles, 1 de diciembre de 2010

Master - The Human Machine [2010]



Paul Speckman es otro de los tantos personajes ignorados por la fama y el reconocimiento. Uno de los tantos que, a pesar de esto, perseveran en su camino y no parece importarle. Su banda, Master, tiene editados tantos discos que uno ya ha perdido la cuenta (pero éste debe ser el décimo), amén de haber participado en la génesis del Death Metal, ser contemporáneo de bandas como Death o Massacre, haber tocado con músicos reconocidos como Paul Masvidal (Cynic) y haber sacado discos pilares del género como "On the Seventh Day God Created...Master", aclamado por la crítica y luego abandonado al ostracismo más lapidario. Sin embargo las mieles del éxito no parecen ser el motor de Speckman sino su profundo amor por lo que hace. Radicado hace varios años en la República Checa, el peludo cantante parece haber encontrado, por fin, músicos estables para su proyecto (músicos que no encontraba en su Chicago natal): Alex Nejezchleba en guitarra, Zdenek Pradlovsky en la batería y la mismísimo Paul en bajo y voces conforman este trío que sigue brindándonos discos que son una clara muestra de talento y oficio. "The Human Machine" ofrece un equilibrado blend entre la velocidad death metal y los riffs asesinos del thrash metal más aguerrido, terrenos ampliamente explorados por el grupo y que Speckman conoce como la palma de su mano. Aquí no hay lugar para expediciones musicales muy arriesgadas ni vueltas de tuerca innecesarias, el sonido de "The Human Machine" recuerda a aquel glorioso "Into the Unknown" de Incubus (1993), una mezcla feroz de velocidad y machaques asesinos, todo esto amalgamado con la rasposa voz del barbudo bajista que escupe su odio a esta sociedad mecanizada, frívola y consumista en diez canciones que presagian la completa deshumanización de las relaciones personales en un futuro no muy lejano (¿futuro o despiadada realidad?) mostrando a un Speckman más lúcido que nunca. "The Human Machine" no da tiempo para sutilezas, esto es palo y a la bolsa, tocar rápido, revolear la cabeza y agitar junto al ritmo endemoniado del death/thrash de la vieja escuela, asi de simple y así de contundente.
Master
sigue sin defraudar y no podía faltar dentro de la camada de viejas bandas que vuelven a sacar discos; nuestros oídos, agradecidos.

alien

d o w n l o a d

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