domingo, 17 de mayo de 2009

Brutal Truth - Evolution Through Revolution


La banda de sonido que cualquier metrópolis temería escuchar un lunes a la mañana: Evolution Through Revolution de Brutal Truth. ¿Que pasaría si algún día estos desquiciados se hicieran famosos y sus discos fueran pasados en repeat en todas las radios del mundo las 24 horas? Sabemos que sería la aniquilación de la Humanidad, el Día del Juicio, el día que el Hombre se consuma en un espiral de violencia general. Pero claro, las radios nunca pasarán sus discos, ni serán masivos NUNCA. Uno no puede menos que agradecer que el grueso de la población mundial jamás escuchará "Fist in Mouth", ni "Daydreamer", ni "War is Good", ni "Itch" ni seguramente ninguna canción de ningún disco de Brutal Truth, solo Dios sabría las consecuencias... Grindcore a la americana, como solo Brutal Truth sabe tocarlo, no en vano tienen casi veinte años de carrera (contando los doce años que la banda no sacó ningún disco y estuvo virtualmente separada). Son doce años de furia contenida que se desatan en un torbellino de notas sin ton ni son, desorden, violencia a granel. Así es el sexto disco de Brutal Truth, pero claro, nadie esperaba una sinfonía de paz y amor..estos adolescentes eternos acometen con un disco que no da tregua, una aplanadora implacable, veinte piezas de la más refinada carnicería auditiva donde reina la velocidad, el volumen y el caos. Cada tema es una ofensa descarada a todos los patrones convencionales de la música, sin en el más mínimo respeto por la melodía, ni mucho menos por la delicadeza. Cada track es un escupitajo directo al ojo de la belleza, donde reina la anarquía más absoluta y solo las guitarras parecieran, por momentos, poner un poco de orden entre el huracán de fusas y distor. La base es totalmente amorfa, líquida y destila tal violencia en sus notas que resulta prácticamente imposible no sentir un odio visceral hacia nuestro prójimo. Solo las disonancias de la guitarra toman las riendas de este monstruo desbocado y le imprimen un sentido a las "canciones", esto solo quiere decir que canalizan todo ese odio destructivo en una sola dirección y no en una mera explosión de mala onda omnidireccional. Solo se calman en "Semi-Automatic Carnation" donde la banda parece detener las ráfagas de municiones para contemplar la masacre y luego seguir disparando.
Un regreso que impone respeto y solo nos resta preguntarnos si no se les fue un poco la mano. Demasiado intenso, uno ya no escucha la violencia, también comienza a sentirla.
Se recomienda encarecidamente no escuchar con auriculares, puede ser una experiencia extremadamente ensordecedora.

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