miércoles, 14 de septiembre de 2011

Total Fucking Destruction - Hater [2011]

¿Que es más difícil escribir una novela o un libro de cuentos? Muchos pensarán que una novela requerirá de mucho trabajo planteando situaciones, describiendo escenarios y moldeando la personalidad de los protagonistas. Sin embargo dicen los que saben que es todavía más difícil escribir un libro de cuentos. El nivel de creatividad para presentar una docena de cuentos bien escritos, con una introducción, un nudo y un desenlace, tiene que ser superlativo. En materia discográfica la comparación es válida con un disco de diez temas y otro de veintisiete como el de TOTAL FUCKING DESTRUCTION que es el que nos ocupa en este momento. Obviamente esto no corre para el grueso del pelotón de bandas grindcore, sino para algunos pocos escogidos, artesanos de la canción, que pueden moldearla y darle su propia personalidad aún con escasos segundos de duración.

Así tenemos veintisiente canciones con luz propia en un disco de veintisiente minutos de duración (a ver los matemáticos…), al cual más intenso, extraño, veloz y brutal. Y si vamos a guiarnos por rótulos…si buscas un disco de grindcore hecho y derecho te encontrarás con algo que no encaja demasiado dentro de los cánones; “Hater” está más cerca del punk, hardcore, powerviolence, que del metal. Sin embargo no se puede negar la similitud con S.O.D., por lo que podríamos aventurarnos a decir que son como un crossover tocado a la velocidad de la luz. Y si encontráramos otra cualidad para compararlos con los “Stormtroopers…” tenemos que hablar de su peculiar sentido del humor y su exótico nivel de sarcasmo. Cada una de las veintisiete canciones tiene algo que las hace únicas, puede ser su extrema violencia o su particular mood, pero siempre hay algo bueno por descubrir: “Nekropunk”, “Dudehammer”, “Everything You Need But Nothing You Want” destilan lo mejor del grind ; “Repeat Repeatedly” tiene pasta de hit instantáneo y efímero; “Green Fire” te deja embobado con su extrema complejidad rítmica; “The Sunrise is a Lie” nos demuestra que no todo es velocidad enfermiza; “If 9 Become 6 y “Greenbleeder” son tan placenteros y concisos como un buen estornudo y “I Not Pose” nos da un respiro asfixiándonos por tres minutos. Ricarhd Hoakes (BRUTAL TRUTH) sí que sabe como hacer que algo insignificante como un tema de grindcore suene a algo único y aquí lo ha hecho no una, sino veintisiente veces. Imperdible.

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Forgotten Tomb - Under Saturn Retrograde [2011]


Más de diez años han pasado desde que estos italianos irrumpieron en la escena del black metal más lento y depresivo. Hijos dilectos de papá BURZUM y su obra maestra "Filosofem" y hermanastros de XASTHUR en algún punto, salvando las diferencias geográficas. En la actualidad, ya entrados en la madurez como banda nos presentan su quinto trabajo discográfico "Under Saturn Retrograde" dende nos llevan a pasear por lugares no tan desolados como sus previos trabajos -la diferencia con su EP debut "Songs to Leave" son abismales- pero si por paisajes más bien otoñales, de tonos ocres, con un dejo de melancolía -más no de depresión-, mezclados con el clásico sonido black metal a medio tiempo de algunas bandas referentes como AGALLOCH o los mismísimos KATATONIA.
"Under Saturn Retrograde" suena a disco compuesto bajo tratamiento psiquiátrico, y FORGOTTEN TOMB parece ser el típico paciente que transformó su personalidad suicida a cínica, y básicamente el disco está construído bajo esa tesitura; inteligentemente irracional, cuidadosamente agresivo. "Reject Existence" es una buena canción para abrir, con un riff melódico que recuerda mucho a los suecos nombrados más arriba. "Shutter" y "Downlift" juegan con elementos un poco más fuertes pero siempre cuidando la contenida violencia que parece acechar detrás de cada acorde. "Joyless" parece ser lo más alegre de la placa, paradójjcamente, con algunas voces limpias y profundas y unas melodías guitarreras que recuerdan vagamente a PARADISE LOST. Pero sin duda los puntos fuertes son el tema/título de del disco, una canción en dos partes donde se desata la furia blackmetalera con la que venían amenazando para luego decantar -en la segunda parte- en una sección semiacústica bastante bien lograda; y la genial versión de "I Wanna Be Your Dog" de The Stooges, aggiornada para el caso y revestida de una suciedad callejera que la hace única.
En total son nueve canciones que oscilan de los tres a los ocho minutos lo que ofrece este "Under Saturn Retrograde", un disco que marca una interesante evolución de una banda que a fuerza a psicofármacos -o al paso de los años- mutó de la autodestrucción y la Gilette en las venas a la malvada frialdad de la creatividad retorcida y la furia dosificada. Meterse en su mundo resulta interesante, prueben ustedes mismos.



martes, 6 de septiembre de 2011

Brutal Truth - End Time

Esta reseña se escribe sola, al ritmo frenético del nuevo disco de Brutal Truth. Que es lo mismo que decir que escribo al ritmo de una estampida de rinocerontes en cámara rápida; que es lo mismo que decir que una fuerza animal atropella todo a su paso; que es lo mismo que decir que el caos absoluto se apodera de mis funciones motores básicas; que es lo mismo que decir que mientras escucho esta salvajada hecha música me vuelvo cada vez más y más primitivo; que es lo mismo que decir que me despojo violentamente de mi raciocinio y se apoderan de mi los instintos más básicos; que es lo mismo que decir que cada riff y cada blast beat de “End Time” se meten en mi pellejo y no puedo controlar los espasmos más virulentos que he experimentado en mucho tiempo.

No puedo evitar pensar en algunos clásicos del género cuando comienza “Malice”, esas discordancias densas y duras para abrir el fuego y luego desatar la furia con “Simple Math”, ese descontrol absoluto del grindcore marca Brutal Truth, completamente caótico, salvajemente rabioso. Veintitrés “canciones” que rara vez sobrepasan los dos minutos: “Fuck Cancer”, “Small Talk”, “Crawling Man Blues”, tornados de riffs retorcidos que arrasan con cualquier cosa que encuentran a su paso y lo vomitan a kilómetros de distancia, bajos anticiclónicos que por momentos provocan vacíos difícilmente explicables para un oído común. Blast beats perforantes, como esquirlas de mil bombas de racimo y la voz de Kevin Sharp, desesperada e histérica.

Los Mayas se equivocaron, no es en 2012, es un año antes. El fin de los tiempos es cuando terminas de escuchar los quince minutos de esa demencia absoluta que es “Control Room”. Si logras sobrevivir a eso te darás cuenta que lo que estas viviendo es el mismo Armageddon. El puto Fin del Mundo…

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sábado, 3 de septiembre de 2011

Pagan Dead - Mors Ianva Vitæ et Vita Ianva Mortis [2004]


Que nacen engendros, mutaciones, aberraciones genéticas todo el tiempo no es ninguna noticia. Sin embargo no deja de asombrarme la increíble ingeniería genética musical de algunas bandas. En especial me llamaron mucho la atención ultimamente unos muchachos llamados The Pagan Dead, uno de los productos más sofisticados del mercado de híbridos musicales insólitos. The Pagan Dead, oruindos de Salt Lake City, (la capital mundial de los Testículos de Jehová, para más datos), fusionan el psychobilly más rabioso con el black metal más blasfemo y bocasucia, y para ello se valen de todas las armas que estos dos géneros pueden brindarle, una batería asesina, dos filosísimas gritarras, gritos enfermizos y un contrabajo tocado con pura malevolencia -todo matizado con un sonido punk descuidado y lo-fi-. Jopos, crestas y cruces invertidas, hermosa combinación.
Si bien The Pagan Dead nacieron como banda hace más de diez años, hace poco me topé con ellos de manera casual y "Mors Ianva Vitæ et Vita Ianva Mortis", como un okupa violento se instaló en mi mp3. "Auto de Fé", "Necrophiliac" o "Latent Sanguinary Dementia" te atrapan desde el primer momento con unos riffs podridos y con mucho cachengue black. En fin, una delicia para disfrutar mientras bebemos sangre con vodka y provocamos disturbios en la calle. A no darle play!

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