Amagando con dos nuevas canciones para el relanzamiento de "Severed Survival" en 2009 y dando definitivamente buenas noticias a todo fan recalcitrante del death metal más podrido editando un muy auspicioso EP en 2010, AUTOPSY finalmente han sacado su disco de regreso a las pistas y lo hacen de manera genial y brillante. Me pregunto si el fiasco de MORBID ANGEL le han jugado una buena pasada a "Macabre Eternal" ya que no se para de hablar de lo decepcionante del primero y de lo genial del segundo, como si realmente a todos le hubiera sorprendido que AUTOPSY vuelva con un disco asesino y que la banda de Trey Azagthoth la cagara con un bodrio. Pero no es mi intención hacer una comparativa y sería muy injusto decir que factores ajenos a la banda han hecho de este "Macabre Eternal" uno de los mejores discos del cuarteto. Merecidamente AUTOPSY se ganan nuevamente el respeto con una placa digna de los mejores momentos del grupo, si es que no este el mejor.
Desde el minuto cero se aprecia a una banda muy madura compositivamente, refregandonos un death metal pulido pero rudo y machacoso, apoyado en muy buenos riffs que no están exentos de alguna dosis de purulentas melodías. Una base contundente sirve de colchón para los cochinos jugueteos guitarreros de Danny Coralles y Eric Cutler que periódicamente nos descerrajan algún solo que se te mete como un gusano por los conductos auditivos y se alojan en lo más intímo de tu masa encefálica, carcomiéndola en cámara rápida como una mala película de stop-motion. Chris Reifert sigue desgañitándose como poseso con su voz gruesa y gargajosa detrás de los parches y Joe Allen nos revuelve las tripas con el sonido de su bajo, que en la mezcla final ha tenido un lugar más que destacado.
Resulta extraño tener que decir que líricamente este disco es el menos gore de su discografía, sin embargo toda la atmósfera creada en "Macabre Eternal" se torna irrespirable, como si no nos mostraran abierta y explícitamente todas las aberraciones de las que son capaces pero nos llevaran amenazadoramente a dar una vuelta por los recovecos más oscuros de su mundo y sintiéramos el hedor a sangre, vísceras, semen y putrefacción que se cierne sobre nosotros y nos asalta desde algún lugar donde no se nos permite mirar. Así "Hand of Darkness", "Always About to Die" y "Deliver Me From Sanity" juegan con un pavor psicológico irresistible mientras nos dan una lección de buen death metal, básico pero efectivo. No falta la misoginia con "Dirty Gore Whore", en una de las canciones más retorcidas, enfermas y gancheras. "Seed of the Damned" y "Bridge of Bones" apuestan a la influencias más clásicas del metal y el doom, para volver a la enfermedad y la patología con "Born Undead" donde Reifert se luce con una cuasivomitiva/regurgitante y diarreica "voz". Todavía hay ganas de ir un paso más allá y componer la canción más larga en la historia del grupo, "Sadistic Gratification", donde pisan terrenos pantanosos y salen bien parados. En total once infectas canciones con todo todo lo que un fan quisiera escuchar, velocidad, machaques, buenos solos, violencia, melodías sepultadas bajo densas costras de mugre y la sensación de que en cualquier momento un tsunami de sangre y pus nos ahogará para siempre: Death Metal de la mejor escuela. Autopsy volvió para quedarse, levantan el aplazo de aquel mediocre "Shitfun" de 1994 y nos vuelan la tapa de los sesos con un álbum de escucha imprescindible para todo seguidor del death que se precie de tal. AUTOPSY está de nuevo en casa, los echamos de menos.
alien
