Algo curioso ha pasado: por primera vez en mucho tiempo un disco de DEICIDE me atrapa y hasta me agrada. Me atrevo a decir que desde "Serpents of the Light" no disfrutaba tanto con un disco de Glen Benton. Y aquí tengo en mis manos "To Hell With God", el nuevo trabajo de estos veteranos del death metal, y primero para el sello Century Media.
A ciencia cierta no se que ha pasado por la mente del bueno de Benton todos estos años, pero un par de discos mediocres y alguna que otra actuación malograda hizo que pensara que Deicide estaba más cerca de los fuegos infernales que de los estratos más terrenales. Pero siempre es un error subestimar a personajes como Benton, ya que siempre tienen un as en la manga y "To Hell With God" (décimo disco en su carrera) es una clara demostración de autoridad a la hora de hablar de metal extremo. Y para muestra un botón, el tema que da título a la placa nos dispara un certero escopetazo e inmediatamente un flashback se nos aparece. Lo mejor de DEICIDE de mediados de los noventas sale a relucir: guitarras asesinas a cargo de la dupla Owen/ Santolla rememoran los dorados riffs de los hermanos Hoffman, afilados hasta el extremo y sacando a relucir una velocidad como solo los amantes de la vieja escuela del death podemos apreciar. La base Benton/ Asheim sigue siendo un bulldozer imparable y siempre es un placer degustar la refinada técnica de éste último tras los parches. La voz de Benton suena un poco más clara que en sus discos anteriores, tratando de evitar los growls más primitivos en pos de algo más "humano", aunque no por ello menos maléfico.
Pero a no malinterpretar, "To Hell With God" es más de lo mismo, solo que mejorado. Aquí no se está inventado nada nuevo, solo se está volviendo al sonido de la mejor época del grupo, se han escrito buenos riffs (algunos realmente formidables) y se ha renovado el espíritu blasfemo del grupo. Todo redunda en muy buenas canciones como "Servant of the Enemy" o la terroríficamente ganchera "How Can You Call Yourself a God" ( a mi juicio lo mejor de este trabajo, por lejos).
Glen Benton sigue dando pelea y nos demuestra, una vez más, que no por nada son una de las bandas fundadoras de la movida extrema mundial y como tal vuelven a exigir respeto. Merecido lo tienen.
